El Guión
Mulholland Drive obtuvo una recaudación en taquilla y encontró un eco en la opinión pública diferente para tratarse de una obra de estas características, lo que se podría llamar cine de autor. ¿La razón? Básicamente, hay dos. Una de ellas, el morbo que aún hoy despierta ver en pantalla una relación lésbica. De otro, la narración de una historia aislada y profunda que plantea innumerables interrogantes y que impone al espectador a envolverse para encontrar un sentido o un hilo conductor.
Por lo que se refiere al primer punto, es triste que una película que rebosa tanto talento sea conocida únicamente gracias a la manía de unos instintos hereditarios. Es de todos sabido que la violencia y el sexo son los mayores reclamos de esta sociedad cada vez más frívola y vacua, y siendo así, no es de extrañar que la televisión sea el púlpito donde se predican estos indignos mandamientos. Al mismo tiempo, excelentes películas como 'La Pasión', de Mel Gibson, reciben injustas críticas en virtud de sus lacerantes imágenes, cuando en realidad la violencia en este caso está más que justificada porque forma parte de la historia, que de otro modo perdería su esencia. Es tan sólo una muestra de la hipocresía que nos rodea.
(http://www.elmulticine.com/elparnasillo/mulhollanddrive.htm)


En resumen, 'Mulholland Drive' es un espectáculo de ilusionismo donde nada es lo que parece, donde suena una trompeta pero no hay nadie quien la toque, donde una cantante sufre un vahído y cae al suelo, pero su voz sigue oyéndose. “No hay banda”.
Fuente:
http://www.filmaffinity.com/es/review/28336280.htmlhttp://www.filmaffinity.com/es/review/86111105.html
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