domingo, 20 de julio de 2008

CORAZÓN SALVAJE

CORAZÓN SALVAJE

El guión
Corazón Salvaje es el drama más shakespeariano de Lynch –ambos autores comparten una inclinación por lo truculento–, pues bebe de la fatalidad de ‘Romeo y Julieta’, si bien tiene un final feliz.
Las críticas derivadas del alto componente de violencia y sexo no tardaron en elevarse sobre la película. Lynch se defendió argumentando que “el sexo en ‘Corazón Salvaje’ es mucho más divertido que en ‘Terciopelo Azul’; disfrutas con Sailor y Lula porque realmente se lo están pasando bien. Es algo realmente saludable”. “En verdad, las escenas de sexo están rodadas de una forma artística y preciosista, con filtros que queman la imagen y que recorren el espectro cromático del Arco Iris. No sólo emanan pasión, sino también sensibilidad. Gran parte del mérito hay que atribuírselo a Frederick Elmes, excelente director de fotografía que trabajó para Lynch en Blue Velvet”.
Fuente:
http://www.elmulticine.com/elparnasillo/corazonsalvaje.htmasillo/corazonsalvaje.htm

La edición y los personajes:

Como en todas las películas, la música es una parte fundamental de ‘Corazón Salvaje’. La banda sonora original es obra de Angelo Badalamenti, quien ha colaborado con Lynch desde ‘Terciopelo Azul’. En este caso, más allá de las piezas creadas ex profeso, lo que sobresale es la transición del speed metal de Power Mad, con su canción 'Slaughterhouse', a los suaves acordes de 'Im Abendrot', uno de los últimos cuatro lieder que compuso Richard Strauss durante su estancia en Suiza, donde entró en contacto con el poema de Joseph von Eichendorff. ‘En la puesta de sol’, como se traduciría al castellano, es el mirífico tema de amor que sigue a los amantes durante sus peligrosas aventuras. De una gran belleza, sacude con violencia el espíritu y arranca las lágrimas de Lula y del espectador más sensible. La escena en que Lula se baja del coche hastiada de escuchar noticias funestas en la radio y le suplica a Sailor que busque una emisora donde pongan música, sus bailes llenos de vitalidad y desenfreno al son de 'Slaughterhouse' se abren paso a la serenidad de la tierna melodía de Strauss, en un plano general que apunta hacia el ocaso. Casi se pueden oír los últimos versos de 'Im Abendrot': “¡Oh paz inmensa, tranquila! / ¡Tan profunda en la puesta de sol! / Qué cansados estamos de vagar. / ¿No será esto la muerte?”.
Preciso es decir que Lynch siempre ha destacado por combinar a la perfecció
n temas clásicos y minimalistas, como los de ‘Una historia verdadera’ o como el ‘Adagio for Strings’ de ‘El hombre elefante’, con canciones de grupos señeros del rock industrial como Nine Inch Nails, Rammstein o Marilyn Manson, incluidas en la banda sonora de ‘Carretera Perdida’.
Mención especial también merecen los efe
ctos sonoros, terreno en el que Lynch siempre se ha mostrado como un alumno aventajado –no en vano, en la mayoría de sus películas los compone él mismo–. El montaje de ‘Corazón Salvaje’ es sobresaliente, y obran el efecto de fomentar la intriga.
Corazón Salvaje’ es una de esas escasas películas que permanecen en la retina tiempo después de haberlas visto.
Fuentes:




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